BANDO: LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DEL EXCELENTÍSIMO AYUNTAMIENTO DE MADRID

MADRILEÑAS Y MADRILEÑOS:

La Villa de Madrid, por su especial condición de Capital de España, ha sido siempre lugar donde fijan sus ojos la ciudadanía del conjunto del Estado y los más informados del resto de Europa. Esto ocurre en innumerables facetas: la economía, la música, la política, la información, el deporte, el arte… De ahí la importancia de las cosas que ocurren estos días en nuestro Concejo.

Esta Villa y Corte emplea para asegurar su funcionamiento algo más de 27.000 empleadas y empleados públicos. Amplio es el abanico de servicios prestados: control y cuidado del Medio Ambiente; limpieza urbana; alumbrado; control del tráfico; atención a la dependencia, la drogadicción, los mayores, a las personas en riesgo de exclusión social; prevención médica; atención de urgencias; extinción de incendios; prevención del delito y persecución de la delincuencia; control de alimentos y protección del consumidor; urbanismo; recaudación de impuestos; políticas activas de empleo y vivienda; bibliotecas, archivos y museos; actividades deportivas y culturales; colegios y escuelas de educación especial, de adultos, infantiles, de música, de la naturaleza; turismo; servicios de información a los vecinos. Los trabajadores y trabajadoras municipales nos levantamos para acudir a nuestros menesteres cuando aún no ha amanecido y volvemos a nuestros hogares cruzándonos con los que salen hacia sus empleos. Son 24 horas de servicio a la ciudadanía, 365 días al año.

Todos estos servicios son costeados con los impuestos que pagamos. De su buen destino han de ocuparse aquellos que prometieron, a cambio del voto, dedicar su esfuerzo a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Precisamente por ello, las trabajadoras y trabajadores del Ayuntamiento salimos hoy a las calles para, en útil empleo de nuestro derecho soberano a protestar, mostrar el profundo rechazo e indignación que nos causa la forma de gobernar el Consistorio de nuestro anterior Alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y de la persona que éste designó para sucederle: la Alcaldesa Ana Botella. Estos gobernantes nos han llevado a ocupar el primer puesto entre los Ayuntamientos españoles por nivel de morosidad con las empresas contratistas, al primer lugar por nivel de endeudamiento, al primer lugar por nuestro exagerado número de Altos Cargos, Consejeros y demás puestos de confianza política que alimentan al círculo cercano de los que están en el Poder. Mientras, desaparecen dos millares de puestos de trabajo públicos en una Ciudad que los necesita hoy como el respirar.

Venimos observando cómo los recursos públicos de este Concejo se despilfarran empleándolos en grandes proyectos muy costosos, con indiscutible repercusión publicitaria, como si de monumentos egipcios dedicados a la mayor gloria del faraón se tratara: el soterramiento de la M-30, la Caja Mágica, Madrid Rio, el Palacio de Cibeles… Al tiempo, falta hasta el papel higiénico en dependencias como Conde Duque. También vemos cómo son arrojados los dineros por la alcantarilla invertidos en suntuosos edificios alquilados mientras el Patrimonio inmobiliario municipal se mantiene infrautilizado o se está vendiendo. Mientras esto ocurre, los barrios de nuestra Villa sufren carencias básicas en servicios esenciales que abarcan desde la sanidad y la educación públicas hasta la cultura, el deporte, el ocio juvenil, etc.

Nuestros gobernantes se han servido del Servicio Público cuando deberían haber cumplido su mandato popular sirviendo a los Vecinos y Vecinas de esta Ciudad. Un sentido manipulador de la política, una ausencia del mínimo espíritu previsor, profundamente irrespetuoso con la ciudadanía, ha conducido la economía consistorial a la grave situación actual. Nuestros gobernantes, ocultando la realidad de las cosas, han acabado por repercutir en los impuestos sus ambiciones personales. De esta manera, un Vecino o Vecina de la Villa de Madrid ha duplicado el dinero que destina a su Ciudad en menos de diez años. A cambio, soporta una deuda de 2.150 euros por habitante. Eso sí, sus posibilidades de participar en la gestión del Concejo se restringen: las Juntas de Distrito se vacían económicamente y de competencias. Los Plenos de Distrito se realizan en horas en las que sólo los liberados de los partidos políticos pueden acudir. Se restringe la posibilidad de participación en las comisiones de las Áreas de Gobierno.

Todavía tienen el descaro de decir que somos las empleadas y empleados públicos y la ciudadanía trabajadora los responsables por haber vivido por encima de nuestras posibilidades. Son ellos los que con sus decisiones políticas equivocadas, beneficiosas de la insolidaridad y del desarrollo insostenible los que ahora nos transportan a un pasado en el que reinaba el despotismo, la injusticia y la pobreza.

Desde Madrid hasta Atenas la crisis está siendo excusa para hacer más ricos a los que ya lo eran y para dar más poder a los que ya lo tenían. Sin escrúpulos, sin ningún sentido de la dignidad y el respeto se nos arrebatan derechos básicos de ciudadanía: al empleo, a la vivienda, a la salud universal y gratuita, a una educación pública favorecedora del progreso y la igualdad de oportunidades, a la capacidad para organizarnos y negociar en situación de equilibrio las condiciones laborales. Una crisis que es excusa y motivo para la mentira y la manipulación, artes en las que nuestro Vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, es maestro. Villanueva es el único concejal que ha puesto en la calle, sin empleo, a 9 trabajadores y trabajadoras despedidos de la empresa municipal Promoción Madrid siendo él su máximo responsable. Si conservara algún sentido de la dignidad, el munícipe Villanueva explicaría a sus Vecinos qué necesidad hay de que la Alcaldesa, los Altos Cargos, él mismo y un buen número de concejales cobren más que el Presidente del Gobierno, 78.000 euros, mientras la mediana del sueldo de la clase trabajadora española es de 21.000 y 5.600.000 personas no tienen empleo.

No es cierto que seamos unos privilegiados. Lo más seguro que teníamos hasta hace poco tiempo, el empleo estable, es un derecho alcanzado a través de una oposición libre. Y es al tiempo una garantía para la gestión justa e independiente de la Administración Pública. ¿Qué sería de los derechos de los habitantes de la Ciudad si los que no dudan en contratar amiguetes para asegurarles un buen sustento, y correligionarios para hacer presa de un Partido a todo un Ayuntamiento, pudieran manejar a su antojo a todos y cada uno de nosotros y de nosotras? Somos los trabajadores y trabajadoras municipales los que garantizamos cotidianamente el funcionamiento independiente de la Administración Municipal. Por eso denunciamos la extendidísima libre disposición de puestos de trabajo nombrados a dedo durante esta etapa de gobiernos Gallardón-Botella. Con estas prácticas el único fruto que se obtiene es la politización de nuestro Ayuntamiento. Y el Servicio Público, pagado por todos, a todos debería seguir sirviendo sin entender ni de colores ni de siglas.

El Plan de Ajuste para el Pago a Proveedores aprobado por la Junta de Gobierno es la excusa empleada por nuestros gobernantes para insistir en medidas injustas y clasistas. Podían haber optado por rebajar salarios de Alcaldesa y concejales, por disminuir el número de Altos Cargos y personal de confianza política, por eliminar alquileres de edificios y mejorar la ocupación de los que son propiedad del Ayuntamiento, por perseguir el fraude fiscal y hacer que paguen impuestos los que defraudan o los que injustamente están exentos. Pero lo que han decidido es proteger a los suyos y hacernos pagadores de la crisis a los Vecinos y a la plantilla municipal. El próximo ejercicio 2013, subirán todos los impuestos y tasas. Entrar en un polideportivo municipal costará un 29% más caro, asistir a un Taller Cultural un 50%. Es una subida que se suma a las anteriores y que es injusta pues nuestros gobernantes, olvidando sus anteriores compromisos electorales, han renunciado a realizarlas atendiendo a los diferentes niveles de renta existentes entre la vecindad de esta Villa y Corte. Es una subida de impuestos injusta pues olvida sus anteriores propuestas electorales de mejorar la financiación estatal. Es una subida de impuestos injusta pues renuncia a reclamar a la Comunidad Autónoma de Madrid el dinero que nos debe por su boicoteo permanente a la Ley de la Dependencia. Es una subida injusta pues pretende garantizar el negocio que para los bancos representa el Plan de Ajuste para el Pago a Proveedores: la Banca obtendrá los dineros en el Banco Central Europeo al 1% y se los prestará a nuestro Ayuntamiento con intereses de usurero superiores al 7%. Con el Plan de Ajuste de nuevo empleamos los recursos públicos en la prosperidad de algunos negocios privados. Lo de todos se emplea para llenar los bolsillos de unos pocos. ¡Ya está bien!

Al tiempo que se procura el negocio privado y se suben los impuestos se abandona esta Villa de Madrid a su suerte. Las inversiones se sitúan en los próximos ejercicios en el entorno de los 124 a 200 millones de euros. Si tenemos en cuenta que en 2010 las inversiones alcanzaron la cifra de 700 millones podemos comprender el deterioro que sufrirá nuestra urbe: menos limpieza, menos reparación de aceras, calles, alumbrado, menos cuidado de nuestros parques y jardines, menos recursos para los servicios sociales, para equilibrar las desigualdades de la ciudad, para la búsqueda y la creación de empleo, etc.

Lo que nos pasa en este Ayuntamiento es lo mismo que nos ocurre a todos y a todas. El desprecio de nuestro derecho constitucional a la negociación colectiva y al cumplimiento de los acuerdos alcanzados es un calco de los objetivos pretendidos por la Reforma Laboral. El empleo de la deuda del Ayuntamiento para cargar las medidas en las espaldas de la ciudadanía mientras se ofrece negocio a la Banca y se protege al entorno de los que gobiernan es un calco de los objetivos pretendidos con los Presupuestos del Estado: desmantelar los servicios públicos del Estado del Bienestar para proceder a su privatización. Además, sabemos que esto no acaba aquí. Que nuevos planes de ajuste se preparan y que éstos, lejos de permitir y estimular la recuperación económica, no harán sino prolongar la crisis y empobrecer a la mayoría extendiendo el paro. ¿Dónde están los 150.000 empleos prometidos por Gallardón-Botella la pasada campaña electoral?

Las trabajadoras y trabajadores del Ayuntamiento de Madrid, Organismos Autónomos y Empresas Municipales declaramos que:

ü  Estamos hartos de asistir al continuo despilfarro de los recursos económicos generados con nuestros impuestos.

ü  Estamos hartos del continuo desprecio profesional al que somos sometidos por una casta de políticos municipales que no cuenta, interesadamente, con nuestro esfuerzo.

ü  Estamos hartos de tanto enchufado que no mejora la gestión pública, sino que la politiza.

ü  Estamos hartos de tanta mentira y manipulación.

ü  Estamos hartos de que continuamente se pidan sacrificios a la mayoría mientras los amiguetes del Poder municipal siguen entrando por la puerta de atrás y se mantienen salarios pornográficos con más de cinco millones de parados.

ü  Estamos hartos de que no se imparta justicia en nuestra Administración, que los interventores y demás garantes de las buenas prácticas municipales miren para otro lado frente a las constantes irregularidades que se cometen.

Por todo ello, las trabajadoras y trabajadores municipales se comprometen con la ciudadanía madrileña a:

ü  Continuar dando lo mejor de nosotros mismos para la mejor prestación de los servicios públicos.

ü  Continuar denunciando las injusticias, los desafueros, las cacicadas emprendidas por los que gestionan los servicios municipales en contra de los intereses de la mayoría, como si nuestro Ayuntamiento fuera su cortijo privado.

ü  Continuar nuestra lucha y movilización con la intención de provocar el necesario cambio en las injustas políticas emprendidas.

La lucha se inscribe en otra más amplia a favor de los servicios públicos del Estado del Bienestar, amenazado por las ansias privatizadoras que pretenden convertir la forma con la que los estados modernos y civilizados redistribuyen la riqueza en una fuente de negocio privado. Es una lucha por la libertad, la justicia y la democracia económica y social. Es una lucha por nuestra dignidad y el futuro de nuestros hijos e hijas.

Como decía Don Quijote: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.”

Madrid, 24 de mayo de 2012.

 

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