El calendario de la vergüenza, en enero 7 mujeres asesinadas

  • Artículo de opinión de Jaime Cedrún, secretario general de CCOO de Madrid
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El calendario de la vergüenza es una iniciativa de las Comisiones Obreras de Madrid para visibilizar y sensibilizar sobre la violencia machista. En este calendario contabilizamos las mujeres asesinadas y heridas graves como víctimas del terrorismo machista. El mes de enero ha sido terrible, vergonzoso. De siete mujeres asesinadas, dos de ellas lo ha sido en la Comunidad de Madrid. También por ello, hemos decido que cada vez que una mujer sea asesinada nos concentraremos el día siguiente durante cinco silenciosos minutos frente al Museo del Prado. Así lo hicimos el pasado 30 de enero.

Hay que padecer una terrible miopía para no ser conscientes de que hay que abordar urgentemente un Pacto de Estado para tratar de forma integral la erradicación de las violencias machistas. Como dato especialmente preocupante debemos analizar que aumenta la violencia sobre las mujeres menores de 18 años.

El gran problema añadido es cuando ese machismo existe y se alienta, de una forma u otra, desde las instituciones, como es el caso de la alcaldía de Alcorcón, regentada por David Pérez, trasunto hispano de Donald Trump. Circunstancia escandalosa que avergüenza a todos los representantes políticos de una de las grandes ciudades de la Comunidad de Madrid.

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Los asesinatos machistas necesitan respuesta política, por eso me refiero a un Pacto de Estado que incida fundamentalmente en la educación. La educación es fundamental para erradicar todos los vicios de esta sociedad patriarcal que padecemos y de la que también los hombres somos víctimas de una u otra forma. Como profesor de instituto que soy, tengo meridianamente claro que las soluciones pasan por implantar una educación basada en valores de igualdad entre mujeres y hombres, con la implicación del conjunto de las administraciones educativas.

Somos muchos hombres, sin duda, en las Comisiones Obreras los que alentamos un mundo feminista. Desde hace ya mucho tiempo sabemos que el sindicato es feminista o no será. Enfrente de esta opción se encontraba la agonizante ley educativa del PP, la LOMCE, que profundizaba en la ausencia de valores humanos una vez que erradicó la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Aunque se ha avanzado a la hora de visibilizar el terrorismo machista, aún hay que enfocarlo y hablar claramente de “asesinatos” y “asesinos” en lugar de “muertes” o “fallecimientos”.

En este sentido, el mundo de la cultura y los medios de comunicación juegan un importante papel, tanto en el lenguaje que se utiliza, como en dejar meridianamente claro que estos actos no pueden engrosar las secciones de sucesos. Por eso, también sería deseable un protocolo con los medios públicos de comunicación a la hora de tratar esta lacra. En un próximo futuro nos dirigiremos al nuevo director general de Telemadrid para plantearle esta demanda de CCOO de Madrid.

Y es que donde hay violencia machista hay un entorno que requiere de la solidaridad y atención de las administraciones. Hay que fomentar y aumentar actuaciones y medidas para la contratación y fomento del empleo a las mujeres víctimas de las violencias machistas. Además, desde el entorno sindical hay que acordar con los agentes sociales campañas de sensibilización y de formación en el ámbito laboral.

Lo que no es aceptable es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid recorte las partidas presupuestarias relacionadas con la erradicación de las violencias de género porque lo que está en juego es la vida de las personas. Es escandaloso que de los 21 millones de euros presupuestados sólo se hayan ejecutado 15 millones.

Otro escenario en el que hay que poner el foco es el judicial. De las casi 127.000 denuncias realizadas en los saturados juzgados de violencia de la Comunidad de Madrid, un tercio de ellas han sido archivadas en 2015. Lo único relativamente positivo en esta tragedia es que las mujeres empiezan a perder el miedo a denunciar en los juzgados, lo cual sí alienta a cierta concienciación social del problema, insuficiente, porque los datos deberían activar la alarma social.

Hay fórmulas para erradicar el machismo, la violencia machista, todo tipo de violencias machistas. Lo que hace falta es voluntad política para acometer la desintegración de esa sociedad patriarcal que también alienta los desequilibrios y la desigualdad salarial entre mujeres y hombres. Sin duda, otra forma de agredir a las mujeres.

Actualizado (Jueves, 09 de Febrero de 2017 10:12)